El accidente ocurrido durante la excursión familiar causa un profundo desasosiego a Seiichi. Atenazado por la verdad de lo ocurrido, no quiere ir al hospital a visitar a su primo, que permanece en coma tras la caída. En ausencia de sus padres, Fukiishi se presenta en casa del chico y le entrega una carta de amor. ¡Justo en ese momento aparece de improviso Seiko! Cuando la niña se marcha, Seiko lee la carta. Madre e hijo, entre lágrimas, acaban rompiéndola en mil pedacitos. Nadie los va a separar. Y a partir de ese momento comienzan las discusiones en el matrimonio Osabe…